Eran unas niñas que se llamaban Leyre y Judit. Leyre tenía un caballo llamado “Disparate” y lo apuntó a una escuela de caballos y entrenaba con él.
¡LLEGO LA NAVIDAD!
Yo quería tener una yegua para los reyes y a los días vinieron los reyes. Me trajeron una yegua - yo estaba contenta, se llamaba Luna. Me dijeron que me apuntara a la escuela de caballos. Al entrenar el caballo y la yegua se juntaban mucho y al final se habían enamorado. Los metíamos al establo y nosotras nos fuimos a cenar.
A las semanas vimos que no se podía levantar llamamos al veterinario nos dijo que estaba embarazada y a los 10 meses tubo un potrillo. Oímos mucho jaleo y era que había nacido el potrillo. Y toda la familia vivieron felices.
Leyre Herrero de 9 años
Judit Pedrajas de 9 años
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